El Día de Acción de Gracias es una festividad complicada para mí. Si bien las tradiciones de reunirnos y compartir comidas son hermosas, sus raíces históricas me recuerdan injusticias que no debemos ignorar. Aun así, he decidido rescatar este día como un momento para hacer una pausa, reflexionar y dar gracias, no por el festín en la mesa, sino por algo que a menudo pasamos por alto: nuestros cuerpos.
Nuestros cuerpos son increíbles. Nos sostienen en las noches de insomnio, las madrugadas y todo lo demás. Contienen nuestra alegría, nuestro dolor y nuestra fuerza. Nos sanan, se adaptan y nos protegen, incluso cuando no los tratamos con la amabilidad que deberíamos. Sin embargo, a menudo nos centramos en lo que no son: demasiado grandes, demasiado pequeños, insuficientemente fuertes, insuficientemente rápidos, en lugar de apreciar todo lo que son.
Como entrenador de fitness, veo esto a diario. La gente acude a mí con ganas de cambiar su cuerpo, pero ¿y si cambiáramos la narrativa? ¿Y si, en lugar de castigar a nuestro cuerpo por lo que le falta, le agradeciéramos lo que hace? Cuando nos movemos, ya sea boxeando, levantando pesas o simplemente dando un paseo, no es solo ejercicio; es un acto de gratitud. Es una celebración de lo que nuestro cuerpo es capaz de hacer.
La gratitud no significa esforzarnos hasta el agotamiento. También significa escuchar cuando nuestro cuerpo dice: "Necesito descansar". Se trata de reconocer que la recuperación es tan importante como el esfuerzo. El descanso no es debilidad; es respeto.
Así que, este Día de Acción de Gracias, elijo honrar mi cuerpo, no por su apariencia, sino por cómo vive. Agradezco la fuerza que me ayuda a superar los días difíciles, la resiliencia que me ayuda a recuperarme y la capacidad de moverme, crecer y adaptarme.
Te invito a unirte a mí. Tómate un momento para agradecer a tu cuerpo. No por su apariencia, sino por todo lo que te permite hacer. Quizás sea levantar pesas, abrazar a tus seres queridos o simplemente respirar profundamente. Sea lo que sea, celebrémoslo.
Este Día de Acción de Gracias, mi gratitud no se centra en las festividades. ¡Es por la fuerza, la resiliencia y la belleza de nuestros cuerpos! Nuestros compañeros en este viaje de la vida. Honrémoslos, no solo en Acción de Gracias, sino todos los días.
Escrito por: Kathy Mora
